Marcela Eslava (decana de la Facultad de Economía), Angela González (directora de la Escuela de Posgrados), Lucas Marin Graduando de la maestría en Economía, señores graduandos, profesores, invitados especiales, padres de familiares señoras y señores.
Primero quiero agradecer a la facultad por darme el honor de poder decir unas palabras el día de hoy.
Este es un día muy especial para todos los presentes, y quisiera aprovechar este momento para compartir con todos los 3 aprendizajes no académicos que me dejo el doctorado. Creo que son fundamentales para cualquier meta que se puedan proponer, en especial en la vida laboral que algunos comienzan hoy. Mi primer consejo es, tengan mucha confianza en ustedes mismos. Cuando empecé a estudiar economía, hace más de 15 años, llegue a la universidad con muchísimos vacíos, lo cual se vio reflejado en que para la mitad de mi primer semestre iba con la nota mínima aprobatoria, recuerdo que en ese momento llegue a una conclusión… cada cosa que me exigen es porque SOY capaz de hacerlo, si otros pueden yo también puedo hacerlo, al pensar de esta manera poco a poco vi estos obstáculos como formas de demostrarme que era capaz de ser mejor. En muchos momentos podemos verlas cosas tan difíciles que llegamos a creer que nunca lo vamos a lograr, sin embargo, creer que no podemos nos lleva a no intentarlo, o buscar caminos mas cortos para salir del problema temporalmente, pero cuando creemos que podemos, buscamos, investigamos y volvemos nuestras debilidades fortalezas.
Mi segundo consejo realmente no es mío, este consejo me lo dio mi papa antes de empezar el doctorado. Mi papa fue ciclista hace mucho tiempo y prácticamente todos sus consejos estaban relacionados con el deporte. Cuando le conté a mi papa que iba a empezar un doctorado y que mínimo iba a durar 5 años estudiando más, me dijo, “ese doctorado es como una carrera en el tour de Francia, en esas carreras no solo es importante la preparación física si no también la mental, cuando usted empieza un recorrido tan largo debe saber que hay 3 fases por las que va a pasar, la primera al iniciar la carrera, estas lleno de energías y de motivación, en ese momento es importante saber guardar energías y mantener un equilibrio, sin esto seguramente a los pocos meses el agotamiento será tal que probablemente tendremos que abandonar. La segunda fase es quizás la mas dura, es ese momento cuando se acerca la mitad de la carrera, el inicio se ve muy lejos y ya no recuerda porque está ahí, la línea de meta aun no se ve y los pensamientos sobre si vale la pena lo que esta haciendo van a llegar. Aquí es importante automotivarse, tratar de recordar cual es su objetivo y establecerse pequeñas metas alcanzables en el corto plazo para recuperar la motivación. Por último, tenemos el embalaje final, aquí vemos la línea de meta, las energías perdidas vuelven y el pensamiento que nos puede llegar es, o me gano esto o me muero, llegando a olvidarse de usted y exponiéndose a riesgos que realmente no valen la pena. Recuerde siempre tener en mente que el principal objetivo no es el título, ¡es usted!, piense con cabeza fría y vera que a veces hay más de una forma para lograr lo mismo.
Realmente a pesar de que mi papa me dio este consejo debo decir que fui cometiendo cada uno de los errores que mi papa me había advertido, con la pandemia, sentía que mi tesis no avanzaba y poco a poco fui descuidando mi salud tratando de dedicarle mas tiempo para lograr terminarla, llegue a pesar 114 kilos, me enferme y poco a poco fui perdiendo la motivación y la confianza de que lo pudiera lograr.
Esto me lleva a mi tercer y ultimo consejo. En esos momentos donde parece que no hay salida, cuando tu propia mente va en tu contra, cuando las circunstancias parecieran hundirte mas en el problema, Incluso en esos momentos, siempre vas a encontrar una mano para ayudarte, esta mano puede venir de muchas formas y de muchas partes, solo tenemos que estar atentos y pedir ayuda cuando la necesitemos. En mi caso cuando pensaba que nunca terminaría el doctorado, recibí la mano de mis asesores que me impulsaron a seguir, me dedicaron mas tiempo del que debían y poco a poco volví a creer que lo podría lograr, también recibí el apoyo de mi padre y mi familia que, aunque no sabían nada de lo que yo les decía, atentamente me escuchaban cada día al repetirles y ofrecerse como voluntarios para mis experimentos económicos. Recibí la mano de mi suegra, que no solo me obligo a hacerme los exámenes médicos que me permitieron detectar a tiempo mi enfermedad antes de que fuera irrecuperable, también me ayudo a iniciar la dieta con la que recupere mi peso y pude recuperar mi salud. Por ultimo y quizás el apoyo mas importante que pude recibir, fue el de mi esposa, me contagio con la confianza que tenia depositada en mí, también dedico días a revisar cada uno de mis borradores, sin importar cuan repetitivos y extensos, los leía y me comentaba para hacerlos cada vez mejor, también sin necesitarlo se sometió a la misma dieta que yo, solo para brindarme su apoyo. Seguramente todos ustedes tienen a esas manos que los ayudaron a seguir adelante, sentados aquí hoy, para ellos quisiera brindarles un fuerte aplauso, muchas gracias por ayudarnos a seguir, muchas gracias porque este título también es por ustedes.