La Ley de Financiamiento que hace curso en el Congreso es inconveniente porque habilita gastos adicionales dentro del presupuesto que se acaba de aprobar. Más allá de ponerle o no 16 billones adicionales al presupuesto de 2026 y a pesar de los argumentos contrarios que hacen carrera en la incipiente campaña electoral, Colombia sí necesita una reforma que incremente los ingresos tributarios de manera estructural. Reducir beneficios tributarios en el IVA tiene que ser parte de esa reforma estructural. Otros apartados de la propuesta de Ley de Financiamiento pueden también resultar convenientes en ese contexto estructural. Aunque la Ley de Financiamiento no se debe aprobar, dadas sus implicaciones de gasto creciente, esos apartados convenientes se deben retomar en un próximo (y pronto) esfuerzo de reforma fiscal integral, que el país necesita con urgencia y que también debe incorporar importantes reducciones sostenibles del gasto público.
La Ley de Financiamiento: una oportunidad mal planteada
Autores: Marcela Eslava, Marc Hofstetter, David Perez-Reyna, Mateo Uribe-Castro y Hernando Zuleta.