Una de las dimensiones mas criticas de la economía colombiana es su mercado laboral, cuyos atributos atrapan a millones de colombianos en la pobreza y la falta de protección laboral y social, además de afectar el crecimiento económico.
La propuesta de reforma laboral radicada por el gobierno tiene la buena intención de mejorar las condiciones laborales de los trabajadores colombianos y llevarlas a los mejores estándares laborales internacionales. Pero plasma esa intención en un articulado cuyo espíritu es en buena parte contrario a esa buena intención. El espíritu de muchos de los artículos no beneficia el acceso a trabajos estables y protegidos para los cerca de 13 millones de trabajadores informales (aproximadamente el 55 % de los ocupados), los trabajadores que están más lejos de gozar las garantías laborales plasmadas en los acuerdos internacionales. De hecho, aleja aún más sus posibilidades de transitar a la formalidad y aumenta la probabilidad de que otros que hoy sí gozan de esas protecciones transiten a la informalidad o el desempleo. Por la misma vía, mina las posibilidades de cerrar la brecha de productividad y crecimiento de la economía colombiana, más fuerte en el sector informal que el formal.
Más allá de esos artículos generales que ignoran las realidades de los trabajadores informales, aquellos específicos al trabajo agrícola, el trabajo relacionado con plataformas digitales y el trabajo en micronegocios sí reconocen las dificultades de generación de trabajo formal que, expresándose con más fuerza en esos segmentos, permean todos los sectores económicos. Abren la puerta a que, en el futuro, emerja normatividad que permita cotizaciones a la seguridad social coherentes con el hecho de que muchos trabajadores tienen ingresos inferiores a un salario mínimo. Este aspecto es positivo.
La Reforma Laboral y las necesidades del mercado laboral colombiano
Autores:
Oscar Becerra, Gabriela Bojanini, Marcela Eslava, Manuel Fernández.