En la segunda mitad del siglo XIX en Colombia, la disminución del nivel de ingresos, los cambios en la tenencia de la tierra y la caída de la producción artesanal se vieron estimulados por la escalada de los conflictos ideológicos y militares que afectaron proyecto de bienestar y desarrollo e hicieron precaria la consolidación de un Estado nacional fundamentado en el bienestar social y la integración territorial.
Las reiteradas confrontaciones y guerras civiles, estimuladas por los odios personales de liberarles y conservadores, incrementaron las dificultades para resolver los desafíos del comercio exterior y logar una mejor integración de los sectores sociales a los nuevos modelos de crecimiento y desarrollo originados en las teorías económicas que llegaron de Europa. Después de 19880, con la industria del café, el desarrollo de la infraestructura, de ferrocarriles y las inversiones de minería, la economía nacional se estabilizó y dio paso al desarrollo industrial, urbano, del sector financiero y del movimiento sindical.
Muchos de los planteamientos e hipótesis desarrolladas en este libro son polémicos, frescos y, más que un culto por la estadística y los modelos matemáticos, la obra también es una reflexión política y social. Así, es una propuesta atractiva para quienes estén interesados en el estudio y conocimiento de la historia económica de Colombia.