La Gaceta Cede resume en un lenguaje libre de tecnicismos las investigaciones de profesores de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes publicadas en las revistas o editoriales prestigiosas de la profesión.
Resumen del libro Time Use and Transfers in the Americas. Producing, Consuming, and Sharing Time Across Generations and Genders
Editores: B. Piedad Urdinola y Jorge A. Tovar
Resumen realizado por María Medellín, investigadora del CEDE.
Todos los empleados se levantan, desayunan (algunos con niños en la mesa), se duchan, se ponen ropa limpia y salen a producir valor para la economía, que luego contabilizamos en el Producto Interno Bruto. El PIB colombiano, en el primer trimestre de 2019, fue de 244 billones de pesos. No obstante, esa cifra no incluye el valor del desayuno preparado, del tiempo alistando a los niños, o de cuánto se tardó en tener la ropa limpia para que toda la familia acuda cómoda y bien presentada a cumplir con sus actividades diarias. Según las estimaciones de Gretchen Donehower, Jorge Tovar y Piedad Urdinola, el valor de estos y otras actividades no remuneradas alcanza en Colombia el 38% del PIB. En otras palabras, las actividades no remuneradas relacionadas con labores propias del hogar y cuidado de terceros, producen tanto valor como el sector comercio, el sector público y la agricultura sumados, alrededor de 76 billones de pesos. Esta cifra es alta comparado con otros países de la región: en Costa Rica, el cuidado no remunerado asciende a 29 % del PIB, en Estados Unidos a 31 % y en Uruguay a 32 %.
Si estas actividades son tan valiosas, ¿por qué no se incluyen en las cuentas nacionales? La respuesta es que, al no ser actividades de mercado, tradicionalmente no se habían considerado como parte de la dinámica económica. Sin embargo, son necesarias para la producción interna porque garantizan el bienestar de los trabajadores de la economía. Además, son una pieza clave para entender por qué, si las mujeres acumulan cada vez más años de educación y tienen mejores expectativas de vida, solo la mitad de las que están en edad de trabajar, efectivamente trabajan o buscan empleo. Debido a esto, una serie de países han redoblado sus esfuerzos por medir y valorar el cuidado no remunerado a través de encuestas de uso del tiempo. El libro Time Use and Transfers in the Americas, editado por Piedad Urdinola y Jorge Tovar, es un esfuerzo por recopilar todo el conocimiento producido por estas encuestas y plasmarlas, utilizando metodologías estándarizadas, de manera que se permiten realizar ejercicios comparativos entre hombres, mujeres, generaciones y países.
Aparte de calcular el valor del cuidado no remunerado, el libro cuantifica las brechas de género y señala los países donde esta es más amplia. En Costa Rica y Uruguay, por ejemplo, las mujeres producen más del doble del valor agregado que los hombres por las labores de cuidado no remunerado. En Colombia y Estados Unidos se encuentra la brecha más baja, donde las mujeres agregan 54 % más valor que los hombres.
En cualquier caso, las diferencias son abismales, y esto se vuelve evidente al examinar la evolución de las horas dedicadas al cuidado de personas a través del ciclo de vida (Figura 1). En primer lugar, las mujeres dedican más horas al cuidado que los hombres, especialmente entre los 20 y 45 años, que es el margen de edad donde usualmente hay niños en el hogar. En Colombia, las mujeres de 25 años son las que más dedican tiempo al cuidado, mientras que las mujeres costarricenses llegan al pico a los 31 años, y las uruguayas y estadounidenses sobre los 33 años. Los hombres latinoamericanos que dedican más tiempo al cuidado son los que tienen 33-34 años. No deja de ser llamativo que después de los 60 la dedicación relativa de los varones al cuidado aumenta, incluso más que las mujeres. Esto puede estar relacionado con el cuidado de nietos o la participación en actividades de voluntariado, que también se contabilizan como cuidado.
Figura 1. Uso del tiempo en labores de cuidado no remunerado en cuatro países de las Américas
Panel A. Tiempo dedicado a la semana al cuidado de otras personas
Panel B. Tiempo dedicado a la semana a labores del hogar
Fuente: Donehower, Tovar y Urdinola, 2019
Las brechas descritas en las horas de cuidado no remunerado son mínimas comparadas con las diferencias en la cantidad de tiempo dedicada a las labores domésticas. En este caso, las mujeres en Costa Rica dedican 247 % más horas que los hombres a estas actividades, en Colombia 222 %, en Uruguay 123 % y en Estados Unidos 52 %. Además, la brecha es positiva a través de todo el ciclo de vida, llegando a su valor máximo cuando los hombres y mujeres tienen 60 años.
¿Cuál es la implicación sobre la participación laboral? Las mujeres dedican menos horas al trabajo remunerado que los hombres a lo largo del ciclo de vida; sin embargo, si se contabilizara el tiempo dedicado a labores de cuidado no remunerado, las mujeres en todos los países trabajarían más horas en total que los hombres, especialmente entre los 20 y 45 años. Eso refleja un fenómeno que también describió en 2017 una columnista de la revista Forbes: “Sí, el siglo XXI es una época de oportunidad para las mujeres. […] Pero, en una era donde las mujeres pueden hacerlo todo, ¿eso significa que deberían? […] El día todavía tiene solo 24 horas.”
En efecto, para el caso de Colombia, el descanso y el autocuidado son actividades a las que los hombres le dedican más tiempo que las mujeres desde los 15 hasta los 50 años. La educación, cabe anotar, juega un rol importante en la disminución de la brecha de género a pesar de que no llega a compensarla por completo. Las mujeres de menor nivel educativo dedican alrededor de 3 horas diarias más que los hombres al cuidado de otros miembros del hogar, o de otros hogares. La brecha se reduce a algo más de una hora diaria en el caso de la población con educación terciaria. (Figura 2).
Figura 2. Brechas de género en el uso del tiempo en Colombia – 2012-2013
Panel A: Educación primaria
Panel B: Educación Técnica o Secundaria
Panel C: Educación terciaria
Al recopilar las experiencias de varios países de la región, y ofrecer estudios de caso particulares, el libro Time Use and Transfers in the Americas otorga nueva información y perspectivas sobre la forma en la que los países latinoamericanos buscan reducir la brecha de género. Si bien una parte de las medidas de política tienen que buscar abrir espacios para mujeres en ámbitos de poder y en el mercado laboral, hay que preguntarse también cómo reducir o balancear la carga de cuidado que hoy, predominantemente, soportan las mujeres. Gracias al trabajo de Tovar y Urdinola, se conoce que alrededor del 70 % del tiempo de cuidado que dedican las mujeres está dirigido al cuidado de niños. Por ende, una de las soluciones propuestas por ellos es un fortalecimiento de la oferta de servicios de cuidado para niños, probablemente involucrando personas de la tercera edad, que suelen estar marginadas de estas actividades. Sin embargo, señalan que también debe ir acompañado de un cambio de paradigmas sobre quién debe encargarse del cuidado. Suecia es un ejemplo pionero en este sentido, donde una campaña pública generalizada busca exaltar imágenes positivas e involucradas del rol paternal. Eso es especialmente importante en Colombia, donde más de la mitad de las mujeres colombianas son madres cabezas de familia.
Bibliografía
Tovar, J., & Urdinola, B. (2019). Home and Market Production Time Use Differentials in Colombia. En J. Tovar, & B. Urdinola, Time Use and Transfers in the Americas: Producing, Consuming, and Sharing Time Across Generations and Genders (págs. 57-76). Springer, Cham.
Donehower, G., Tovar, J., & Urdinola, B. (2019). Time Use Differences and Similarities between Developed and Emerging Economies in the Americas. En J. Tovar, & B. Urdinola, Time Use and Transfers in the Americas: Producing, Consuming, and Sharing Time Across Generations and Genders (págs. 41-55). Springer, Cham.