Seminario PePe - Ana Carolina Ramírez

El proyecto Bre-B, impulsado por el Banco de la República, se estructuró como una intervención de política pública con fundamentos en la economía industrial, orientada a corregir una falla de mercado en la provisión de pagos electrónicos de bajo valor. Antes de su implementación, el mercado presentaba altas barreras de entrada, fragmentación e interoperabilidad limitada entre los distintos proveedores, lo que restringía la competencia y el acceso a medios de pago eficientes. Desde esta perspectiva, Bre-B se concibió como una infraestructura compartida y neutral, capaz de generar efectos de red positivos, reducir costos de transacción y favorecer la competencia en la capa de servicios más que en la de infraestructura. La estructuración del proyecto incorporó criterios de interoperabilidad, neutralidad tecnológica y gobernanza abierta, buscando que la innovación y la eficiencia en los pagos inmediatos surgieran de un entorno más competitivo, equitativo y con menores asimetrías de poder de mercado entre las entidades participantes.