Seminario CEDE - Román Andrés Zárate

Este artículo estima el impacto de la violencia perpetrada por pares y por el personal escolar sobre los estudiantes víctimas. A partir de datos administrativos de Chile que vinculan reportes de violencia escolar con registros educativos individuales, abordamos limitaciones metodológicas que han dificultado la identificación de los efectos causales de la violencia escolar en el corto, mediano y largo plazo. Usando un diseño de diferencias en diferencias con emparejamiento, encontramos que la exposición a la violencia escolar tiene efectos negativos persistentes: el ausentismo aumenta entre un 46 % y un 64 %, las tasas de repitencia se duplican, y tanto las calificaciones como los puntajes en pruebas estandarizadas disminuyen significativamente, con impactos que se extienden hasta por cuatro años. A largo plazo, las víctimas presentan una probabilidad sustancialmente menor de graduarse de la educación secundaria o matricularse en la universidad. Los efectos son más severos cuando la violencia es perpetrada por adultos que cuando proviene de pares. Evidencia complementaria de encuestas muestra que los incidentes reportados se asocian con mayores percepciones de violencia y discriminación, así como con una menor sensación de pertenencia escolar y menores expectativas por parte de los docentes. Aunque estos efectos psicológicos y de percepción desaparecen un año después de los incidentes, las consecuencias educativas adversas persisten, evidenciando cómo experiencias de violencia, incluso breves, pueden generar desventajas educativas duraderas.

