Presentación libro BID

Lanzamiento libro: “Mejores pensiones, mejores trabajos: hacia la cobertura universal en América Latina y el Caribe”

“Mejores pensiones, mejores trabajos”: el momento es ahora

El pasado miércoles 5 de marzo en la Universidad de los Andes se llevó a cabo el lanzamiento del libro “Mejores pensiones, mejores trabajos: hacia la cobertura universal en América Latina y el Caribe”, publicado por el BID. En el lanzamiento participaron Rafael de la Cruz -representante del BID en Colombia-, Mariano Bosch -especialista Senior Mercados Laborales y Seguridad Social del BID-, Ángel Melguizo -especialista líder de la Unidad de Mercados Laborales y Seguridad Social del BID-, Eduardo Morón -director de Estudios Económicos, Fondo Latinoamericano de Reservas (FLaR)-, Luis Felipe Jiménez -director de Estudios Económicos de Asofondos- y Guillermo Perry -profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes-, como moderador.

Los temas principales del lanzamiento fueron el diagnóstico y las propuestas sobre el mercado laboral en la región, y sus consecuencias sobre las pensiones, que aborda el libro. Se enfatizó el caso colombiano. Detrás de cada una de las propuestas se encuentra, según Rafael de la Cruz, un gran optimismo sobre el salto potencial que Colombia puede dar en los próximos 20 años de ingresos medios a ingresos altos. Y, en concordancia con ello, es claro que se debe dar una mejora en infraestructura, en educación y en las instituciones colombianas. Otro de los puntos que destacó de la Cruz fue el interés en consolidar una gran clase media en Colombia. Esto implica fortalecer aspectos que van más allá de las políticas contra la pobreza y que, a la larga, pueden ayudar a estabilizar el desarrollo del país. Un aspecto clave, de acuerdo a los estudios realizados por el BID, es reducir la informalidad del mercado laboral y, a la vez, aumentar la cobertura del sistema de pensiones.

Dos de los autores del libro, Ángel Melguizo y Mariano Bosch, presentaron, inicialmente, el contexto actual: la cobertura previsional es muy baja (sólo 4 de cada 10 adultos mayores reciben pensión contributiva), el nivel de las pensiones también está en un nivel bajo y hay un salto constante de la formalidad a la informalidad. En resumen, tal como ellos lo mencionaron en el lanzamiento, la situación no es muy positiva. Y, consecuente con ello, también mencionaron que es tal vez el mejor momento para implementar propuestas como programas de pensiones no contributivas, de subsidios al empleo formal, incentivar las fuentes de financiación más conductivas hacia el trabajo formal, incentivar el ahorro, entre otros. Las razones para pensar que es el mejor momento se pueden resumir en que, primero, en este momento hay un “bono demográfico” que se debe aprovechar (hay mayor número de personas en edad productiva que no-productiva); segundo, una reforma pensional puede favorecer al empleo formal y a la productividad; y, tercero, que el empleo formal es uno de los factores que acompañan a la clase media emergente.

Claro está que las propuestas del BID están sujetas a críticas. Por una parte, la financiación de pensiones no contributivas -como las que implementó Bolivia recientemente- impone una cierta presión sobre las finanzas públicas y, más grave aún, puede generar desincentivos para que los individuos contribuyan a sus propias pensiones. Y, por su parte, incentivar el ahorro, aunque ataca a la raíz del problema, tiene la desventaja de que sólo puede mostrar resultados en un largo plazo y no hay certidumbre sobre la magnitud de los resultados.

A las propuestas presentadas por los autores del libro respondieron Eduardo Morón y Luis Felipe Jiménez. Ambos estuvieron de acuerdo en el diagnóstico y la necesidad de realizar reformas que conduzcan a mayor estabilidad laboral, pero consideraron importante revisar el modo como se deben implementar, especialmente las que se refieren a pensiones y no contributivas. Un aspecto sobre el que Jiménez hizo especial énfasis fue sobre la impresión negativa que deja Colombia debido a la carencia de reservas pensionales para el futuro; aunque es un país joven, la falta de reservas lo hace ver, frente a otros países, como un país viejo. Esto es evidencia clara de que el bono demográfico que resaltaron Melguizo y Bosch se está “desperdiciando”, por así decirlo. Ambos comentaristas enfatizaron dudas sobre la conveniencia de implementar pensiones no contributivas, dados los problemas de incentivos que se prevé traerían con ellas.

El evento lo cerró Guillermo Perry con tres puntos concisos: primero, todo el problema de incentivos es muy complejo y no es sólo un asunto de propuestas sino de contexto y metodologías apropiadas; segundo y con el temor de ser repetitivo, no se está aprovechando el bono demográfico; y tercero, ser productivo implica tener calificaciones y un sistema de salud. Entonces, el tema de calidad de educación y salud también es relevante en el problema de pensiones e informalidad.