“Las consecuencias involuntarias del régimen mundial de control de las drogas se han sentido más intensamente en Estados frágiles y fallidos, cuya seguridad está amenazada y cuyas instituciones se han visto debilitadas por redes criminales que compiten por las astronómicas ganancias que produce el mercado negro de sustancias ilícitas a nivel internacional. El lnternational Institute for Strategic Studies, con sede en el Reino Unido, presenta en Drogas, inseguridad y Estados fallidos un análisis detallado e imparcial de este fenómeno y pone énfasis en la necesidad de considerar enfoques alternativos.” Fernando Henrique Cardoso, expresidente de Brasil y presidente de la Comisión Global de Políticas de Drogas. “Drogas, inseguridad y Estados fallidos es una evaluación seria, minuciosa y refinada de la guerra contra las drogas y por qué ha fracasado tanto. Cuando instituciones tan venerables como el lnternational lnstitute for Strategic Studies aportan su rigurosidad a este debate de una manera tan contundente, con seguridad es síntoma de que ha llegado el momento de repensar drásticamente dicha política.” Misha Glenny, periodista y autor de McMafia: el crimen sin fronteras. Las naciones más ricas del mundo han invertido vastas cantidades de sangre y dinero en el seguimiento y la captura de narcotraficantes, distribuidores y consumidores, así como en destruir cultivos y confiscar envíos; sin embargo, el comercio mundial de drogas ilícitas está prosperando, sin que parezca que vaya a disminuir el consumo, a pesar de décadas de prohibición. Drogas, inseguridad y Estados fallidos argumenta que el régimen actual de aplicación de las leyes no solamente está fracasando a la hora de ganar la guerra contra las drogas, sino que está atizando y prolongando el conflicto en las calles de los países productores y de tránsito, en donde la cadena de abastecimiento se ha entretejido con las instituciones estatales y los carteles se han enzarzado en guerras violentas contra sus rivales y las fuerzas de seguridad nacionales. ¿Qué se puede hacer para garantizar la seguridad de las regiones y los países más afectados, como América Latina y Afganistán? Por medio de un examen de los efectos desestabilizadores de la prohibición, así como de los métodos alternativos, como el adoptado por las autoridades en Portugal, este libro demuestra cómo se puede avanzar en la solución de esta problemática si se empieza a tratar el consumo como un problema de salud pública en lugar de como un asunto criminal. Este cambio de enfoque liberaría a los países para que enfrentaran a los carteles y los narcotraficantes, que han hecho prisioneras a sus comunidades.
