Los retos inmediatos que deberá atender el nuevo gobierno | El Nuevo Siglo
ENS
Sábado, 18 de Junio de 2022
Redacción Política

No hay espera. Para el gobernante que resulte elegido en los comicios presidenciales de hoy, desde el mismo momento de su posesión e incluso desde el empalme con su antecesor, deberá tomar decisiones en asuntos urgentes que tiene pendiente el país.

Seguridad

Uno de los primeros es emprender la tarea de reducir la inseguridad que ha aumentado en los últimos meses. El homicidio, el hurto a personas y los delitos sexuales han tenido un incremento entre el año pasado y el 2022. Por tasa por cada cien mil habitantes, esos delitos pasaron de 24,5 a 27,7; de 61,5 a 68,4 y de 413,2 a 549,1, respectivamente.

De allí que deberá mirar hacia zonas que hoy son complicadas en el orden público como Bogotá, Tumaco, el departamento de Nariño, Putumayo y Norte de Santander, zonas en las que no solo hay problemas de delincuencia común, sino de disputa territorial de redes ilegales por rentas ilícitas como la coca y la minería ilegal, a lo que se suma que allí la desmovilización de la guerrilla no fue exitosa.

Un factor que no necesariamente es urbano es el homicidio de líderes sociales, cuya protección debe ser una de las preocupaciones para el nuevo gobierno.

Otro de los delitos que hoy tiene contra las cuerdas a muchos colombianos es la extorsión.

Para enfrentar todas estas situaciones de inseguridad, el gobierno deberá descongestionar el sistema judicial y disminuir la impunidad.



La inflación

Uno los retos más desafiantes para el próximo gobierno de Colombia en materia económica tiene que ver con el reciente anuncio del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) que registró, en mayo pasado, la inflación más alta en los últimos 21 años: 9,07%. Un desafío que, según Marc Hofstetter, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes, es una mala noticia especialmente para la población empobrecida y vulnerable del país.

El investigador explica que, en algunos casos, esa inflación en el sector de los alimentos ha estado por encima del 20%, lo que afecta en mayor medida a los sectores más pobres. Son ellos precisamente quienes consumen muchos más alimentos del total de su canasta familiar, que el resto de la población. 

En lo que va de este año, con el aumento de los precios a la inflación se sumó un 5,66%. 

De allí que el Gobierno deberá tener en cuenta tres aspectos para contener el costo de vida: uno es mantener la reducción de aranceles, otro ajustar el gasto, y como tercer elemento está continuar con las ayudas sociales para compensar lo que la inflación les ha quitado.

La paz

Cinco años después de la firma del acuerdo de paz con las Farc, Colombia no ha logrado mucho para avanzar en las agendas comprometidas en esta negociación. Al mismo tiempo quedan retos gigantescos en una agenda de posconflicto que es ambiciosa, compleja, requiere recursos y voluntades políticas.

Sin embargo, en los últimos cuatro años no se ha logrado plasmar y fortalecer el acuerdo de paz, debido a que los grupos violentos se dividieron en disidencias de las Farc, los guerrilleros del Eln siguen activos en regiones como Arauca y Norte de Santander, mientras que el ‘Clan del Golfo’ actúa en varios departamentos controlando el avance del narcotráfico.

Sin duda se deben lograr avances significativos en los PDETS, programas para aquellas zonas del país más afectadas por la violencia, los cultivos ilícitos y la pobreza. También está la reparación de las víctimas. Más de nueve millones de personas han sido registradas como víctimas en Colombia y pese a que hay una ley ambiciosa de reparación, solo una fracción muy pequeña de estas personas ha recibido reparación. 

Venezuela

Víctor Mijares, coordinador de la maestría en Estudios Internacionales y profesor en Estudios Globales de la Universidad de los Andes, señala que aproximadamente hay dos millones de venezolanos en Colombia, dato suficiente para que el nuevo gobierno piense en reconstruir el tejido y las relaciones con el país vecino. Ese debería ser, en primer lugar, el mayor reto de la agenda internacional.

De allí que es importante retomar el realismo en la relación con Venezuela y reevaluar la situación. Así quizás la imagen del encuentro entre Hugo Chávez y Juan Manuel Santos, en agosto de 2010, tenga una reedición con la elección del nuevo gobernante. Esto también tendrá unas implicaciones en las relaciones con Rusia, que están marcadas en gran medida por cómo nos llevamos con el vecino.

La pobreza

“El país debe enfocarse en una estrategia claramente delimitada por dos carriles: la superación de la pobreza y el robustecimiento de la actividad empresarial”, dijo el presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, al insistir en que ninguno es independiente del otro y que deben avanzar en ritmo similar.

En el tema de la reducción de la pobreza plantea la necesidad de una reingeniería a lo que hoy funciona.

Para atender a la población vulnerable remarca la importancia de disponibilidad de recursos fiscales.

En este campo, subraya la importancia de que las políticas beneficien a territorios que siempre han estado abandonados.  

“Colombia tiene que hacer un programa de focalización, identificación y priorización de los subsidios para que estos respondan a las mayores necesidades de la población”.

Igualmente, la ANDI considera que es clave un programa de redefinición de subsidios e incentivos para superar la multiplicidad de programas que existen y que ya cumplieron su función durante la pandemia.

El empleo

Otra de las tareas inmediatas es la generación de empleo, que debe estimularse con políticas de apoyo a los empresarios. Un documento de la ANDI, señala que en este aspecto propone un análisis permanente sobre nuevas formas de trabajo.

“Una estrategia adicional estaría enfocada en abrirnos a discutir los grandes temas nacionales y cómo abordarlos, que son: altas tasas de desempleo e informalidad, nuevas formas de contratación laboral, aumento de la competitividad y productividad, nuevas competencias y habilidades, entre otras”, expone el documento.

En ese sentido, propone lo que debe ser una política industrial ajustada a las realidades globales. Cree que debe tener inversión, competitividad, internacionalización e innovación tecnológica.

Sostiene que “es necesario consolidar las cadenas productivas, producir bienes de mayor valor agregado, sofisticar y diversificar la canasta exportadora, contar con una estrategia de internacionalización, buscar ser parte de las cadenas globales de valor y atraer la localización de esas cadenas en el país”.