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Radiografía del desempleo

La pérdida de empleos formales fue dramática.

La semana pasada se conocieron las cifras del crecimiento de la economía durante el primer semestre del año. Hubo una sorpresa positiva. Aunque se preveía una recuperación con respecto al comportamiento del mismo período del año pasado –que fue el peor de la pandemia–, el dato fue mejor de lo esperado; la producción se encuentra, ahora, muy cerca de la de diciembre de 2019.
La reactivación venía con una dinámica más fuerte, pero, lamentablemente, el paro y los bloqueos de abril y mayo la frenaron. En el segundo trimestre la producción se contrajo 2,4 por ciento con respecto a la del primero, con una caída de 5,3 por ciento en mayo al compararla con la del mes de abril.
A principios de agosto se divulgaron, igualmente, los índices de empleo y desempleo en los primeros seis meses del año. Después de una recesión, los niveles de empleo y los ingresos de los hogares se recuperan más lentamente que los de la producción y las ventas. Sin embargo, el desempleo no se redujo a lo largo del semestre. Mostró una ligera tendencia a aumentar y la población inactiva era mayor que la de marzo.
La tasa de desempleo urbano se ubicó en junio en 17,1 por ciento, muy superior a la de junio de 2019. La comparación de los datos entre estos dos meses señala que no se han recuperado cerca de dos millones de puestos de trabajo, concentrados en la industria, el agro, el comercio, el entretenimiento, la educación y la salud, que en 2019 participaban con un 70 por ciento del empleo total de la economía.
La pérdida de empleos formales fue dramática. El número de ocupados formales era inferior en 12 por ciento al de marzo de 2019, al tiempo que el de trabajadores en la informalidad regresaba a los niveles anteriores a la pandemia, a pesar de un ligero deterioro en 2021. Con todo, el 41 por ciento de los hogares registraban ingresos inferiores al salario mínimo cuando en mayo de 2020 había subido al 50 por ciento y en el mismo mes de 2019 era de 35 por ciento (Nota Macroeconómica n.º 32, Facultad de Economía. Universidad de los Andes, agosto de 2021).

La urgencia de la reforma laboral, otro de los frentes prioritarios para el nuevo gobierno, es, por eso, evidente.

Como se sabe, el desempleo en la informalidad está afectando más a las mujeres que a los hombres, mientras que en la formalidad el número de ocupados es similar entre hombres y mujeres. Según el análisis de la Universidad de los Andes, “en mayo de 2021, el número de ocupados informales llegó al 80 por ciento del nivel prepandemia para los hombres y al 65 por ciento en el caso de las mujeres, es decir una pérdida de 35 por ciento de los puestos informales de mujeres comparada con 20 por ciento en el caso de los hombres”. Los cierres de los jardines infantiles, de las escuelas y, en general, de las actividades asistenciales tuvieron un impacto tremendo sobre la ocupación de las mujeres. El regreso de los niños a los jardines y a las escuelas es definitivo para que las mujeres puedan ocuparse de nuevo.
* * * *
El gran desafío de la recuperación de la actividad económica en todas partes del mundo, y muy especialmente en Colombia, es la generación de empleo formal. En Estados Unidos hay incertidumbre sobre lo que ocurra con los trabajos rutinarios, aquellos de procesos repetitivos y simples, que sufren en las crisis, ante la posibilidad de que se sustituyan por automatización o tercerización. La producción por trabajador empleado se encuentra en un nivel históricamente alto.
Ese no sería el problema en Colombia, pero los elevados costos de la contratación formal pueden conducir a que las empresas hagan lo posible por mantener sus plantas de personal en niveles más bajos que los que tenían en diciembre de 2019.
La urgencia de la reforma laboral, otro de los frentes prioritarios para el nuevo gobierno, es, por eso, evidente. Los ajustes legales de los últimos tiempos, bien intencionados, se quedan cortos ante la magnitud del problema.
CARLOS CABALLERO ARGÁEZ
(Lea todas las columnas de Carlos Caballero Argáez en EL TIEMPO, aquí)
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